La verdad es que Antofagasta estos últimos años ha invertido fuertemente en proyectos de vialidad urbana, pero básicamente en una de sus mitades, en la mitad norte. Esto probablemente debido a que por años estuvo abandonada de la mano de las autoridades y pedía a gritos un retoque. Con los años aparecieron proyectos como las playas artificiales, costaneras, avenidas remozadas, ampliadas y una ciclovía de 12 kms de largo. Hasta ahi todo bien. Sin embargo, si miramos la otra mitad de la ciudad veríamos lo deteriorada que se encuentra. Hace poco se entregó un tramo de acera en la zona del parque croata que alivió los tobillos de caminantes y corredores, antes un mar de escombros producto de viejos pavimentos que jubilaron en el olvido.
Yo circulo a diario por este sector, en micro, auto, bicicleta o caminando y veo cómo la gente tiene problemas para recorrer los poco más de 2 kms que hay desde la Universidad de Antofagasta y el hotel Radisson, que es el tramo que no tiene intervención. Los trotadores y caminantes deben bajar a la calzada para no romperse las piernas por lo inestable del trayecto, lo que dificulta el andar de los ciclistas -quienes por razones obvias no circulan por la vereda porque romperían sus bicis- los que a su vez deben esquivarlos poniendo en riesgo su integridad exponiéndose a los vehículos que abusan de la velocidad y camiones de gran tonelaje que no miden el impacto que generan en la ciudad con su tamaño y prepotencia. Bueno, las micros son un caso sin solución, hay que convivir con ellos y qué más dá. Todos estos inconvenientes no han mermado para nada la cantidad de gente que ocupa la costanera sur, es más, con la llegada de mejores días el flujo aumenta de manera significativa, pero no se ve reflejado este masivo uso en una preocupación de las autoridades en mejorar un sector de la ciudad que tiene un creciente desarrollo inmobiliario. La mejora en la calidad de vida está ahí, en potencia, pero hace falta que la gente participe y que se le consulte y opine de tal manera que si hay un proyecto por ejecutar en la costanera sur éste responda a las necesidades de quienes la usan, y si se advierte que mayoritariamente la gente corre y transita en bicicleta, que el diseño logre incorporar estas variables y no cometa errores que después signifique tiempo y soluciones parche. El país ya se embarcó en el proyecto de las bicicletas y su reconocimiento como medio de transporte, ha puesto infraestructura ad-hoc, diseñado planes, etc. He de esperar que la distancia que nos separa de Santiago no haga desaparecer las buenas intenciones en el camino.