Unas cuantas veces ya me había tocado dejar mi bici amarrada en cualquier parte cuando iba a comprar al centro de la ciudad. En los grandes supermercados había que dejarlas en los parking destinados para ello a pleno sol o escondidos en el subterráneo sin mayor protección. Pues bien, Supermercado Tottus ha dispuesto de un sector especial y bien delimitado para guardar las bicicletas. Es el mismo anillo metálico pero ahora cercado por una pérgola identificable, además ubicado en un sector de los estacionamientos inmediatamente a un costado del acceso vehicular, por lo tanto de fácil ingreso y visible (seguridad).
Un dato es que hay que compartirlo con las motos, pero eso es un detalle menor.
Este tipo de iniciativas se agradece, en particular porque proviene de los privados, justamente aquellos que no tienen ninguna obligación para con los ciclistas, pero han sabido leer a sus consumidores y entienden que la bicicleta es masiva, esta presente y negarla es una soberana estrechez mental. Este tipo de iniciativas son las que uno espera de los entes públicos pero que en la práctica nunca llegan o demoran años en llegar.
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